Sobre una caja larga y estrecha, de poca altura, van extendidas entre dos puentes situados a los extremos de dicha caja 5 ó 6 cuerdas que se golpean con una baqueta. Esas cuerdas, afinadas en quintas y octavas, dan un acorde suave. El instrumentista suele colocar el instrumento longitudinal a su cuerpo y reposando en parte sobre el pecho, y lo sujeta con el antebrazo izquierdo en cuya mano lleva una flauta. Con la mano derecha, en la que lleva una baqueta, va golpeando las cuerdas rítmicamente mientras hace la melodía con la flauta de tres agujeros. Referencias literarias como la del Arcipreste de Hita nos hacen pensar en que el instrumento tuvo una amplia difusión durante la edad Media, sobre todo en la zona norte de la península ibérica. Hoy día la tradición sólo la han conservado en determinadas zonas de Aragón, País Vasco francés, País Vasco español y el Bear. Cuando el Arcipreste habla de un salterio "más alto que la mota" parece estar definiendo, en efecto, a este instrumento cuyo origen pudo ser cortesano pero que después tuvo una difusión irregular. Normalmente se le denomina salterio o chun - chun (chicotén es un término literario muy cuestionado).